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Impactos del Ejercico Físico a la Salud Mental

La Organización Mundial de la Salud (OMS), recomienda  para los jóvenes y niños de entre 5 y 17 años, que inviertan como mínimo una hora cada día en actividades físicas de intensidad moderada a vigorosa, con el fin de mejorar las funciones cardiorrespiratorias.  Hoy también sabemos que el ejercicio físico implica no sólo un mayor estado de salud corporal, previniendo obesidad y diabetes, sino también un mejor desarrollo de los procesos cognitivos como el aprendizaje,  la memoria y la mejora del estado anímico.

En principio, el ejercicio físico provoca una mayor bombeo de la sangre, suministrando más oxígeno al cerebro. El cerebro al recibir más oxigeno despeja la mente, propiciando un mejor funcionamiento de la misma. Optimiza la atención, la motivación y el estado de alerta. Se producen mejores niveles de noradrenalina, la serotonina y dopamina, que  inciden en el bienestar anímico y  la autoestima. Sumado a estos beneficios, cuando el ejercicio involucra a otras personas, como en el futbol o tenis etc, también se desarrollan habilidades sociales que enriquecen la capacidad social de lo practican.

    Hoy gracias a las nuevas tecnologías aplicadas en las áreas de investigación en salud y el estudio del cerebro, se ha podido ir más allá y descubrir también que la falta de ejercicio físico es un factor de riesgo para enfermedades como el Parkinson, la depresión y el alzhéimer. En este aspecto, el ejercicio físico  estimula la producción de neurotrofinas, una familia de proteínas cuya   deficiencias  están involucradas en dichas enfermedades. 

    El BDNF es una de las neurotrofinas con especial protagonismo en la memoria a largo plazo, el crecimiento de las conexiones neuronales y la plasticidad.  El ejercicio físico estimula la producción de BDNF especialmente en el hipocampo (pequeño órgano considerado como el corazón del cerebro) relacionado a las funciones cognitivas superiores, siendo este factor el mejor mediador de los beneficios a largo plazo de la actividad física.

    Así como enriquecemos nuestra mente a través de las actividades intelectuales, necesitamos mantener el cuerpo ejercitado y activo, brindando la base química y orgánica optima para una vida más plena y saludable. 

    Una vez más la prevención de disfunciones y enfermedades que afectan al cerebro está al alcance de quienes de manera natural llevan adelante rutinas de actividad física o deportes. Dentro de las psicoterapias suele ser una de las propuestas terapéuticas, que contribuye a mejorar la calidad de vida de los consultantes. Segregamos continuamente químicos cuando pensamos y cuando ejercitamos el cuerpo. Sacar ventaja de lo que la ciencia va descubriendo es, sin dudas,  una opción sabia y natural. 

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