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Educación Sexual Integral

No hay que preocuparse en dar “mucha información demasiado temprano.” Los niños incorporan sólo tanto como puedan por su nivel de madurez y oír más detalles no los va a estimular demasiado o animar a portarse de manera inadecuada. El peligro verdadero es “poca información demasiado tarde.”

 

¿A qué llamamos Educación Sexual Integral?


Llamamos Educación Sexual Integral (ESI) al espacio sistemático de enseñanza aprendizaje que promueve saberes y habilidades para la toma de decisiones concientes y críticas en relación con el cuidado del propio cuerpo, las relaciones interpersonales, el ejercicio de la sexualidad y de los derechos de los niños, las niñas y los jóvenes.

 

¿Educación sexual? ¡Si mi hijo tiene sólo tres años!

 

Entonces, él o ella ya ha recibido muchísimos mensajes sobre la sexualidad, es decir, más de tres años de información.

 

Cuando se lo abraza, se le enseña que son queridos.
Cuando se le elige ropa (azul o rosada), juguetes (autitos o muñecas) o actividades (juegos de pelota o a la casita), les presentamos mensajes sobre los papeles de hombre y de mujer.
Cuando ve a un hermano/a bañándose se enseña las diferencias físicas entre hombre y mujer.
La manera de responder honestamente a la pregunta, ¿cómo salió el bebé? transmite una actitud sobre el sexo.


En definitiva, está educando a su hijo sobre el sexo todo el tiempo, con sus palabras y también con su silencio; con su comunicación verbal y corporal. Sus respuestas y acciones han enseñado mucho a su hijo sobre la sexualidad, no sólo con la mera información, sino por sus valores y actitudes.

No se preocupe que le haya dicho demasiadas cosas demasiado temprano. Su hijo va a asimilar lo que él o ella pueda y mostrar aburrimiento con lo demás: va a bostezar, tener los ojos lustrosos, se va a levantar… Pero sus comentarios no serán gastados. Su hijo tal vez no captó todos los detalles, pero si va a entender que “a mam, papi o adulto responsable de su educación se le puede preguntar”. No corre peligro con mucha información demasiado temprano; por el contrario, corre más peligro con muy poca información demasiado tarde. Cuando los padres o encargados reconocen las preguntas y contestan con cariño y honestidad, están en el buen camino para dar calidad a la educación sexual de su familia.

 

Tomemos un ejemplo

Su hija de tres años, Ana, y su amiguito Juan están jugando en el cuarto silenciosamente. ¿Qué estarán haciendo? Y ¿por qué está cerrada la puerta? Resistiendo las ganas de meterse a la fuerza (que es lo que le estuvo enseñando recientemente a respetar la puertas cerradas y golpear primero), usted golpea a la puerta y se escuchan risas de los niños y uno de ellos dice pase. Ahí están Ana y Juanito, dedicándose al juego que jugamos todos en nuestra niñez, el del “doctor.” Se han sacado la ropa y se están examinando uno a otro en detalle. Y ahora ¿qué hace? Se podría horrorizar y enojar: “¿Qué están haciendo? ¡Pónganse la ropa ahora mismo y que no les vuelva a encontrar así! Juan, ¡te llevo a tu casa!” El mensaje que oyen los niños: ¡Qué malos son! La curiosidad acerca de los cuerpos es mala y la desnudez también. Por supuesto esto les deja sintiéndose despistados, avergonzados, lastimados. Es que ellos estaban demostrando un interés en sus cuerpos que es completamente normal a esa edad. ¿Qué le parece si se queda con calma y reconoce en voz alta la curiosidad de los niños? “Parece que a ustedes les interesa cómo son diferentes los cuerpos de los niños y de las niñas. Mientras se ponen la ropa, yo voy a traer un libro con fotos que podemos ver y que lo explica todo sobre los cuerpos.” El mensaje que oyen los niños: Está bien ser curioso de los cuerpos. Mami prefiere que no nos desvistamos. Pero nos va a explicar cosas que nos dan curiosidad.

 

¿Qué sucede si los niños no preguntan?

Si su hijo/a de cinco años no parece tener ningún interés en temas sexuales y no ha preguntado nada, hay que iniciar la conversación. La manera más fácil de hacerlo es aprovechar los momentos de enseñanza naturales, es decir, eventos diarios que se prestan a conversar sobre la sexualidad (una vecina embarazada, mascotas acoplándose, parejas que se casan, personas que se toman de la mano o se besan en la calle, etc.) Hay que tomar la iniciativa para educar a su hijo/a:

• Mire a álbumes de fotos familiares con fotos de bodas, o de mami embarazada, o del nuevo bebé que trajo a casa.
• Comente noticias con temas sexuales, si las están oyendo juntos.
• Miren películas o la televisión juntos.
• Pídale a su hijo que dibuje el nacimiento de un bebé. Entonces hable del nacimiento. Se puede decir que su hijo ha estado preguntando sobre la sexualidad desde su primer día, pero tal vez no con palabras. Sus hijos aprenden sobre la sexualidad se lo enseñe o no usted, entonces ¿no sería mejor hacer su contribución?

 

 

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